domingo, 19 de mayo de 2013

Cine marginal: The Lords of Salem

Ayer, día 17 de mayo de 2013 se estrenó por fin en cines españoles The Lords of Salem, la última película de Rob Zombie, 7 meses después ser vista en el Festival de Sitges. Aunque la mitad del blog, Daniel, la había visto y le había fascinado (de ahí el nombre de la bitácora), la otra mitad, o sea yo, aún no había tenido la oportunidad de verla en pantalla grande y como tiene (debería) que ser. Era lógico hablar de ella tras el estreno, ¿no?

Eso sí, si uno es afortunado de vivir en Barcelona o Madrid tendrá la oportunidad de verla. Si no, un canto en los dientes por la nula distribución del film. Solo dos copias en todo el país. Si ya en Estados Unidos el estreno fue limitado no decimos nada de España. Mientras La gran boda o Scary Movie 5 en tropecientas salas, y una obra que puede gustar más o menos pero que se aleja de la norma a la clandestinidad más absoluta. Y que conste que se debe haber estrenado porque una de las productoras es Alliance Films, recientemente comprada por eOne, y dueña de Aurum (ahora eOne Spain), distribuidora del film

Ver The Lords of Salem es toda una experiencia, pero para mi fue casi tanta la experiencia anterior a entrar a la sala que la propia película. Ya al llegar a Heron City, el complejo de ocio en el que están enclavados unos multicines Cinesa lo primero que me encontré fue el cartel de la película en inglés cuando existe versión en castellano. Por cierto, la película se ofrece en VO subtitulada, algo extraño en unos cines que ofrecen todo doblado y en el quinto pino (bueno, no tan lejos pero de céntricos nada).


Pero eso no es todo, lo más inquietante fue al comprar la entrada. El espacio en el que normalmente consta el nombre de la película estaba completamente en blanco. ¿Miedo a que conste que se ha estrenado la película?. ¿Alguna consigna satánica?. Misterioso... Todo junto da esa halo de marginalidad a la película que uno no sabe si reírse o llorar.


En cuanto a la película conviene no decir mucho para no estropear las sorpresas de la misma, pero queda claro que Zombie ha hecho lo que le ha salido de las... narices. Podrá gustar más o menos, de hecho es una película hecha para la polémica, y por lo que se dijo en Sitges o te gusta o la detestas en general. Más allá de esas consideraciones visualmente es una gozada ya que Zombie hasta en sus películas menores en el apartado estético siempre ha tenido una visión muy particular y efectiva. Y la película en algunos momentos acojona y de veras. Menos mal que entraron más personas a la sala porque a falta de diez minutos para que empezara estaba solo y al borde del colapso... y eso que aún no se había puesto en marcha.


lunes, 4 de febrero de 2013

Wong Kar-Wai en imágenes

Después de varios años de retrasos el pasado enero se estrenó en la China continental y Hong Kong The Grandmaster, la última película de Wong Kar-Wai, uno de los mejores directores asiáticos (y mundiales) de la actualidad. Aprovechando el estreno y su pase en el Festival de Berlín el próximo 7 de febrero, hacemos un repaso en imágenes de los anteriores largometrajes del director hongkonés.

1988. As Tears Go By (El fluir de las lágrimas) - 旺角卡門 (Wonggok Kaamun)






1990. Days of Being Wild - 阿飛正傳 (Aa Fei Zing Zyun)






1994. Chunking Express - 重慶森林 (Cun Hing Sam Lam)






1994. Ashes of Time  - 東邪西毒 (Dun Ce Sai Duk)






1995. Fallen Angels - 墮落天使 (Do Laai Tin Sai)





 

1997. Happy Together - 春光乍洩 (Ceon Gwong Za Sit)
 





2000. In the Mood for Love (Deseando amar) - 花樣年華 (Faa Joeng Nin Faa)







2004. 2046

   

 



2007. My Blueberry Nights - 藍莓之夜 (Laam Mui Zi Je)





domingo, 27 de enero de 2013

Resumen semanal: 21 al 27 de enero

Empiezo, como es lógico dada la juventud del blog, sección nueva. En este caso hablaré de lo que he visto durante la semana de la que hable, sean películas o documentales, en cine, en casa o en cualquier otro sitio. No tendrá frecuencia fija, no será semanal vamos, puesto que hay semanas como esta en la que he conseguido ver seis películas pero habrá otras en las que veré pocas o ninguna (aunque espero que sean las menos, claro).

Esta semana he podido ver dos estrenos de cine, que son El vuelo (Flight) y El lado bueno de las cosas (Silver Lining Playbook), y una pendiente, Amor. En cine también, aunque en la Filmoteca, El ladrón de Bagdad y en casa he recuperado Cosmópolis y el Django original. Para completar la semana pude ver el documental de Canal+ y Jon Sistiaga sobre Chernóbil. 

Ahora, y de manera cronológica por visionado, unos comentarios breves sobre cada una de ellas.

El ladrón de Bagdad (1940), de Ludwig Berger, Michel Powell y Tim Whelan


Entretenida producción del mítico Alexander Korda, pero que creo ha envejecido mal. Conserva su encanto aventurero y fantástico pero es muy endeble en el punto de vista argumental, con varias incongruencias y un exceso de metraje para lo que cuenta. Lo mejor sin duda, las actuaciones de Sabu y Conrad Veidt, carismáticos ambos en sus apeles y lo más flojo aparte de lo dicho anteriormente la caracterización de John Justin como Ahmed, tan parecido a un árabe como un huevo a una castaña.

Amor (2012), de Michael Haneke


Está claro que no conecto con Michael Haneke, he visto tres películas suyas y me veo incapaz de ver el genio que ven muchos. Me parece un vendedor de humo que te ofrece historias presuntamente al límite de lo convencional, duras, desgarradoras o mordientes, pero que a la hora de la verdad se desvanecen al pensar en ellas. Amor es más de lo mismo, una historia a caballo entre lo real y lo mórbido, una película que no es pesada o por lo menos no más de lo que podría serlo pero que no puede pretender ser una lección de realismo cuando al fin y al cabo ella misma se contradice. Si que coincido en que Trintignant y Riva hacen unas estupendas recreaciones, pero ahí se acaba todo. Incluso Huppert me parece normalita aquí.

En la ciudad del fin del mundo (2012), de Jon Sistiaga


En su línea de documental de periodismo al extremo, Jon Sistiaga y su equipo se han trasladado a la zona circundante a la central nuclear de Chernóbil, incluyendo la ciudad de Pripiat y la propia central en un escalofriante documento de la arrogancia y estupidez humana por intentar controlar fuerzas tan grandes. Como siempre en el caso de Sistiaga no escatima  y arriesgan hasta el límite para mostrarnos cosas que normalmente no nos enseña nadie mas.

El vuelo (Flight), (2012), de Robert Zemeckis


No veía una película de Zemeckis desde Polar Express, las últimas propuestas suyas no me habían llamado la atención, pero su regreso a la imagen real, el trailer y la presencia de Denzel Washington eran grandes alicientes. Con una factura técnica de primer nivel durante toda la primera parte, especialmente el accidente de avión que es espectacular, después la narrativa es más convencional a imagen y semejanza de la intensidad dramática que se tiende repetitiva debido a la larga duración para lo que se cuenta, amén de un final con una moralina de primero que no convence. Lo mejor, sin ninguna duda es Denzel Washington, completamente creíble como borracho y cocainómano.

El lado bueno de las cosas (Silver Lining Playbook), (2012) de David O. Russell


Había visto antes de esta, cuatro películas de David O. Russel, dos comedias, Flirteando con el desastre y Extrañas coincidencias, ambas horrendas, y dos que me encantaron, Tres Reyes y The Fighter. Por simple estadística El lado bueno de las cosas, tenía que ser horrenda, y durante el principio de la misma así me lo estaba pareciendo, O. Russel no fallaba, pero he aquí que antes de la mitad se produjo el cambio, la química entre Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, además de un Robert De Niro algo recuperado para el cine obraron el milagro y al final, sin considerarla una gran película si que me pareció bastante buena y fuera de cierto convencionalismo. Y es que para lo bueno (como ahora), como para lo malo (las otras comedias), O. Russel tiene su manera de contar las cosas. Para elegir lo mejor me quedo con el baile final, con unos Cooper y Lawrence en estado de gracia.

Django (1966), de Sergio Corbucci


Tras haber visto la sensacional Django desencadenado, que menos que ponerme a ver la película en la que se basó Tarantino para el nombre del personaje y algún otro guiño como los títulos de crédito o la música. Y que decir más que el hecho de que me entretuvo y me lo pasé bien de principio a fin. Es excesiva, inverosímil y técnicamente no es una maravilla, pero la capacidad de diversión y locura compensa todo eso y te produce una sensación de evasión completamente disfrutable. Y lo que imponía Franco Nero no tiene nombre. Djangooo.

Cosmópolis (2012), de David Cronenberg


Llegamos al final de este primer repaso semanal del blog, y lo hacemos con uno de los más reconocidos directores de nuestro tiempo, David Cronenberg, capaz de lo mejor y de lo peor. En esta ocasión Cosmópolis se encuentra en la segunda categoría, en la del Cronenberg más tedioso y aburrido, que aquí hilvana una retahíla de conversaciones pseudo filosóficas sobre el capitalismo y la crisis económica que no llevan a ninguna parte. Y eso que el principio me ha parecido interesante, pero en cuanto ha llegado a la parte del entierro del rapero ha ido cuesta abajo y sin frenos y me ha aburrido soberanamente. Y Pattinson está flojo, sí, pero igual que el resto incluido Paul Giamatti, Juliette Binoche o incluso Mathieu Amalric, con un papel prescindible..., bueno, igual que la película.